El ritmo de vida actual inevitablemente nos enfrenta a situaciones constantes de estrés. 

Pero, ¿Sabés cómo impacta esto en tu organismo? Seguí leyendo…

El estrés impacta en tu organismo: 

• Aumentando tu frecuencia cardíaca y tu presión arterial, 
• Disminuyendo la respuesta de tu sistema inmune y aumentando la respuesta inflamatoria de tu organismo.
• En ciertas personas, puede dar lugar a un aumento en los niveles de colesterol LDL, o colesterol “malo”, y una disminución en los de colesterol HDL, o colesterol “bueno”
• Interfiere en tus elecciones de comida y de actividad física
• Altera tu sueño
• Sube tu glucosa en sangre

En definitiva: El Estrés te engorda y te enferma. 

Cambios necesarios para que calmes el estrés 

A continuación te dejo algunos cambios que debes hacer cuando te encuentres en una situación así:

• Encontrá las razones que te hayan causado mayor estrés
• Buscá vías de escape para esas situaciones
• Controlá tus niveles de colesterol en sangre y si fuese necesario el médico te indicará medicamentos
• Comé Y Disfrutá de todo lo que hace bien, dejando como excepción todo lo que no está indicado.

¿Y qué pasa con el colesterol?

Un estudio realizado en la University College of London y publicado en la prestigiosa revista Health Psychology, evaluó 200 individuos sanos y midió su respuesta al estrés.

Los resultados mostraron que quienes respondían más intensamente al estrés, tenían tres veces más posibilidades de elevar su nivel de LDL colesterol, respecto a quienes respondían menos intensamente, independientemente del peso, la edad, el sexo y el consumo de alcohol y/o tabaco.

Adicionalmente, si la persona reaccionaba con hostilidad, ira, aislamiento, etc, se veía una disminución en sus niveles sanguíneos de colesterol HDL. 

La causa no se conoce exactamente. El LDL es una lipoproteína transportadora de colesterol en el torrente sanguíneo. Cuando vive situaciones estresantes, el organismo reacciona aumentando su producción de energía, para afrontar dicho estrés. Genera más glucosa y ácidos grasos y, para adaptarse a esta situación, el hígado responde aumentando la producción de LDL.  

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