Las grasas fueron históricamente consideradas como peligrosas  para una buena salud. A quienes asistimos al desarrollo de las comidas rápidas, grandes superficies, delivery y globalización de los alimentos nos quedó claro que no era una categoría amigable con una buena calidad de vida.

Endiosamos a la margarina en los 90, demonizamos a la manteca. Ahora volvimos para atrás, y sabemos que las cantidades son clave, al igual que el resto de los alimentos presentes en la rutina- y que es mejor elegir lo menos industrializado y de buena calidad.

Algunos conceptos todavía pueden generar dudas, por eso acá estamos para desmistificarlos!

Todas las grasas son fuente de energía: SI

1gr. de grasa equivale a 9 KCal independientemente de su origen, es su función principal: la de proveer energía al organismo

Sólo debemos consumir grasa de origen vegetal: NO

Combinar mayoría de grasa vegetal (aceite, frutos secos, palta) con algo de animal  (carnes, yema de huevo, pescados como atún y salmón) es más recomendable, equilibrado y ambas aportan nutrientes necesarios, respetando siempre la forma de preparación: crudo siempre es mejor que frito!

Sólo el aceite de oliva es bueno: NO

Todos los aceites tienen nutrientes saludables, los de frutos (oliva, palta, coco) son más protectores de la salud cardiovascular que los de semillas  (Girasol, Maiz, Soja) 

Debemos leer la etiqueta de los alimentos y evitar grasas trans (aceite vegetal hidrogenado): SI

El aceite vegetal hidrogenado o margarina es una forma de grasa químicamente modificada  (o naturalmente obtenida por las vacas gracias a la rumiación) se acumula y adhiere a las arterias siendo precursoras de enfermedades no transmisibles. Por eso, la tendencia es a eliminarlas de los alimentos más elaborados y evitarlas como ingrediente.

Grasas crudas y cocidas  es igual para el cuerpo : NO

El Calor modifica la forma química de las grasas. Con ese cambio, las más adecuadas y necesarias  se comportan como las otras. Agregar el aceite al final de la preparación siempre es mejor idea. Dejar las frituras para excepciones también!

Con información y criterio, las grasas ya no son las malas de la película, sino todo lo contrario, demostraron estar en el grupo de los super héroes de la alimentación!