¡Hola! ¿Cómo estás? Hoy quiero compartir contigo una charla que tuvimos con la Doctora Lucía Ferraz

Ella es médica dermatóloga y especialista en estética.

Personalmente, ella se encarga del cuidado de mi piel, desde mi rostro hasta mi cuerpo, y también de mi alma, ya que me escucha mucho, especialmente en estos últimos tiempos.

Si preferís, podés ver el video en YouTube acá abajo, en el que conversamos sobre un montón de temas que seguramente te resultarán interesantes si están en esta etapa de tu vida.

Cómo impactan los cambios hormonales en tu piel

Como bien sabrás, los cambios hormonales y la piel están estrechamente relacionados.

De hecho, existen hormonas que actúan directamente sobre la piel, ya que poseen receptores en los folículos pilosebáceos, lo que explica su influencia directa.

Perimenopausia y tu piel

Es importante comprender que la menopausia es un evento puntual que ocurre cuando hemos atravesado 12 períodos menstruales continuos sin sangrado.

Sin embargo, el período que abarca antes y después de este evento puede extenderse durante años.

Por lo general, las mujeres entre los 45 y 55 años experimentamos una disminución en los niveles de estrógeno, lo que conlleva cambios en la piel, el cabello e incluso las uñas. Además, se producen modificaciones en el ámbito interno, como alteraciones cardiovasculares y cambios en la distribución del tejido graso corporal.

¡No te resignes! Abordaremos esta etapa desde diferentes ámbitos, implementando acciones que atenúen los cambios y nos permitan llevar una vida plena.

Algunos cambios visibles…

A nivel de la piel, se pueden observar varios cambios, como una mayor flacidez, deshidratación y un incremento en las arrugas, que antes quizás no eran tan evidentes.

Cuando hablamos de calidad de la piel, nos referimos a tener una piel luminosa, hidratada y firme. Estos aspectos tienden a disminuir durante la premenopausia debido a la carencia de estrógenos, lo que implica una progresiva disminución de estas hormonas en la piel.

Detectamos estos síntomas y… ¿que sigue?

Por supuesto, lo primero es consultar con un profesional. En esta consulta se identificarán tus necesidades específicas y se planificará el tratamiento correspondiente.

Aunque tu rutina de skincare anterior pudiera haber sido efectiva, es momento de adaptarla a las nuevas necesidades de tu piel.

Es importante realizar un trabajo interno de autoaceptación. Todas transitaremos por esta etapa en algún momento y, más allá de las opciones disponibles, ninguna será suficiente si no trabajamos en aceptar la fase de vida en la que nos encontramos.

Los 3 pasos básicos para tu rutina

Para comenzar, es esencial utilizar un limpiador tanto por la mañana como por la noche.

Este debe ser adecuado para tu tipo de piel y enriquecido con hidratantes, considerando la deshidratación que experimenta la piel en esta etapa.

Luego, continúa con un hidratante en el formato que prefieras, ya sea suero o crema, con ácido hialurónico o sin él, esto dependerá de tu elección pero es crucial que esté presente.

Por último, no olvides el protector solar, que es fundamental para prevenir el envejecimiento prematuro, la deshidratación de la piel y el cáncer de piel.

Si tuviéramos que elegir un solo producto antiage por excelencia sería la pantalla solar porque de nada sirve cuidar la piel si descuidamos este paso crucial de protección.

Es importante que la pantalla sea de amplio espectro (o sea que proteja contra rayos UVA y UVB).

Los activos más interesantes para agregar a tu rutina

La Dra. Ferraz nos recomienda agregar algún tipo de retinoico (Retinol, Retinal, etc) a nuestra rutina de noche de manera alternada. Los retinoicos nos ayudan a incentivar la producción de colágeno.

También recomienda alternar algún ácido que como el ácido glicólico o el ácido lactobiónico (para las más sensibles). Siempre en la rutina de noche y nunca en la misma noche en que apliquemos el retinoico. Estos ácidos exfolian químicamente la piel librandola de células muertas y ayudando a la producción de nuevas células.

Nutrientes y suplementos

Se recomiendan nutrientes como los colágeno, ácido hialurónico y los antioxidantes, tanto en forma tópica como oral. Esto se debe a que el organismo también experimenta estrés oxidativo en esta etapa.

Adherirse al tratamiento con antioxidantes por vía oral puede resultar más complicado, ya que los resultados no son tan visibles como con otros suplementos nutricionales. Sin embargo, es fundamental comprender la importancia de ralentizar el envejecimiento celular, especialmente en esta etapa.

Los tratamientos tópicos (cremas, etc) se complementan con los suplementos ya que estos últimos son una excelente estrategia para incentivar a nuestro organismo desde adentro para producir más colágenos y acelerar la renovación celular.

¿Anti-age o Well-age?

Más que hablar de anti-age, me parece más adecuado referirnos al well-age.

Este concepto se trata de un nuevo enfoque que implica envejecer de manera saludable. Involucra herramientas y tratamientos diseñados para mejorar la calidad de la piel y reducir el impacto de la perimenopausia.

Si tenes alguna duda, dejala abajo en los comentarios, te voy a estar leyendo!!!